domingo, 5 de septiembre de 2010

¡En seguida estoy con usted, señor Peabody!

Hueso perro - perro hueso...
¡Existe una lógica más aplastante! Ni la Lógica de Aristóteles llegó tan lejos en sus conclusiones. No me entendais mal, Aristóteles fue un genio y como todos los genios, un visionario, pero quizá  la lógica de esas películas clásicas conecta más con nosotros, resulta más familiar, cercana e incluso más práctica, por su proximidad cronológica. También ¿más moderna? No, Aristóteles es más moderno. No, esas magníficas películas clásicas son más modernas. ¡No, usted debe de ser la hermana de don Francisco! 

En 1938, Howard Hawks, excéntrico millonario tejano, dirigió una magnífica película, La fiera de mi niña, con Cary Grant y Katherine Hepburn como protagonistas e inolvidables diálogos.
Los diálogos...¡Esos diálogos! ¡Esas películas! Cualquiera que las haya visto y vivido como yo lo he hecho, y hago, sabe lo que quiero decir. Modernidad sin 3D, ni color muchas de ellas, pero con colorido. Sólo imaginación, mucha imaginación, dinamismo, sin necesidad de tanta acción, comedias en estado puro, con sensibilidad teatral. Con personajes tan vivos, que aún hoy sobreviven en nuestros recuerdos. Con aquel magnífico y fino sentido del humor. Con impulso. Perdone, ¿qué impulso?... Ya veis a qué me refiero.
Son modernas porque están presentes en nuestra cotidianeidad, las vivimos en el día a día, no son productos de artificio, son Arte con mayúscula, y dialogan y crecen con nosotros. Por eso son clásicas. Por eso lo clásico siempre será moderno. Porque los personajes no se limitan a hablar entre ellos, sus palabras no mueren al finalizar la película, no, sino que establecen un diálogo con nosotros, que perdura más allá de la pantalla, acompañándonos ya siempre en nuestra vida, son diálogos que dialogan. Diálogos dialogantes. Pero si tú das y yo doy, ¿entonces quién recibe?.
Esas películas, esos diálogos han estado conmigo desde siempre. Los repito, en multitud de situaciones,  porque los vivo y me ayudan a comprender mejor el mundo que me rodea, como hace el verdadero Arte, y si alguien piensa que exagero, pues bueno, nadie es perfecto... 

1 comentario:

  1. Pero... Aristóteles es griego, todos los griegos son homosexuales, Aristóteles es un hombre, Aristóteles es homosexual, los hombres son Homosexuales... Pero no, porque yo no soy homosexual, aunque una vez me fijé en mi primo...

    Nada es mejor que el cine clásico, excepto Meryl Streep, que no es mejor sino igual de buena. Esa catarsis que producen los diálogos de nuestros clásicos, ya no existen. El glamour del Hollywood clásico y dorado. Los guinistas. Esos directores...

    Pero ahora no tengo tiempo para pensarlo... mejor lo haré mañana

    ResponderEliminar