martes, 28 de septiembre de 2010

Argumentos a favor de la inmortalidad personal

Definición de inmortalidad personal, según Borges: "Inmortalidad personal, el alma que conserva una memoria de lo que fue en la tierra y ya en el otro mundo se acuerda de la última".

Fechner "piensa en el embrión, en el cuerpo antes de salir del vientre de la madre. En ese cuerpo hay piernas que no sirven para nada, brazos, manos, nada de eso tiene sentido, eso sólo puede tener sentido en una vida ulterior. Debemos pensar que lo mismo ocurre con nosotros, que estamos llenos de esperanzas, de temores, de conjeturas, y no precisamos nada de eso para una vida puramente mortal. Precisamos lo que los animales tienen, y ellos pueden prescindir de todo eso, que puede ser usado después en otra vida más plena".
Shopenhauer "habla de que la doctrina de la transmigración (de las almas) no es más que la forma popular de una doctrina distinta, la doctrina de una voluntad de vivir. Hay algo que quiere vivir, algo que se abre camino a través de la materia o a pesar de ella, la voluntad"
Bergson "habla del elan vital, el ímpetu vital que se manifiesta en todas las cosas, el que crea el universo, el que está en cada uno de nosotros. Está como muerto en los metales, como dormido en los vegetales, como un sueño en los animales; pero en nosotros es consciente de sí mismo"
Borges (eterno Borges) dice "creo en la inmortalidad: no en la inmortalidad personal, pero sí en la cósmica. Seguiremos siendo inmortales; más allá de nuestra muerte corporal queda nuestra memoria, y más allá de nuestra memoria quedan nuestros actos, nuestros hechos, nuestras actitudes"
(Todo en Jorge Luis Borges: Obras Completas II, RBA, Coleccionables, Barcelona 2005, págs.660 y sigs) 

Personalmente el argumento que encuentro más intrigante, aunque discrepe de él, es, sin duda, el de Fechner, pues con esa analogía del embrión en el vientre materno ha dado sentido a las emociones humanas. Nuestros anhelos, nuestras esperanzas no son, así, absurdas, tienen una razón de ser más allá de nosotros mismos. El hombre no sufre, no espera, no ama ni odia en vano, sino que todo lo que le sucede tiene un sentido superior. Lo que aquí y ahora nos produce dolor no acaba con nuestra muerte, sino que es necesario para una vida más perfecta...
Es una bella teoría, un halo de esperanza, pero no deja de ser más que eso, sólo una esperanza, un deseo, también quizás una necesidad. Necesidad vital, pues el hombre necesita saber o al menos intuir un sentido más allá de su propio entendimiento para poder soportar la vida, su propia vida, o quizás, más bien, su finitud, su caducidad, su muerte. Sin eso, sin esa esperanza nos volveríamos locos o nos convertiríamos en piedras.
Más adelante, tal vez, otro día, en otro momento, volvamos a esto, ahora, supera las espectativas de este pequeño comentario.
Pero es con Borges con el que estoy de acuerdo. Borges, no sé si decir más listo, como suele ser él, se retrae de hablar de inmortalidad personal y nos habla de la cósmica, porque de alguna forma, nosotros (en nuestra vida con nuestros actos, hechos, anhelos, ect) formamos parte de un todo, y como tales influimos, aunque sea de forma minúscula, en él. Ahí está nuestra inmortalidad, no somos indiferentes para el universo, ni él lo es para nosotros, formamos con él una perfecta simbiosis. El universo nos limita, modifica, condiciona con su presencia, sin él no existiriamos, pero a cambio, cada hombre, cada vida da sentido a ese universo, es lo que conforma ese universo y así perduramos en su memoria, formando, al fin, parte de la inmortalidad cósmica.

jueves, 9 de septiembre de 2010

¡Dietas que engordan!

¡La desidia gobierna Europa!
Da igual el color de la ideología, el de la bandera de tu país, el sexo, la edad, da igual todo, todos, absolutamente todos ellos, decepcionan.
No importa que ellos, sólo ellos, hayan provocado, directa o indirectamente (por su indiferencia) la crisis que padecemos, porque ninguno, nadie, ni uno solo ha dimitido, sus actos no tienen consecuencias y siguen en sus puestos, cobrando sus dietas.
Y son precisamente las dietas las que me han impulsado a escribir este artículo.
Esos seres imbéciles, estúpidos, cara duras, ineptos, inútiles, sin vergüenzas, cínicos... que nos gobiernan nos dicen desde ahí arriba que debemos ponernos a dieta, mientras que ellos engordan sus cuentas corrientes. Les estamos pagando las vacaciones, los coches, las casas, la ropa, las futuras pensiones, (todo de lujo claro, sin escatimar gastos, porque con ellos no va la cosa), ellos deben seguir manteniendo su nivel de vida, y mientras los otros, nosotros, no llegamos a fin de mes, no podemos pagar las hipotecas, ni siquiera tenemos trabajo, pero somos nosotros, claro, los que debemos apretarnos el cinturón. Y los hipócritas dicen que les preocupa el paro y la economia. ¡Y un jamón!
Eurocámara prácticamente vacía 
La iniciativa de este artículo arrancó tras ver el fragmento de un documental alemán sobre la UE. En él se ve a dos eurodiputados - uno, un hombre canoso, ya de cierta edad, no recuerdo su partido político; y la otra, una muchacha joven del grupo de los verdes - ambos van por la mañana temprano al hemiciclo, para sellar y poder seguir cobrando su dieta de 285 € al día. Lo malo es que tras sellar vuelven a sus casas. Cobran por no hacer nada, y no cobran barato, nada menos que 8550 € cada mes, sólo en dietas (lo que muchas familias, con suerte, cobran al año).
Sinceramente, algo así te deja sin palabras, porque sabes que aunque esto se haya hecho público a través de un documental, ellos seguirán haciéndolo, nadie les pedirá responsabilidades. Y es lógico, si sabemos que quienes deben pedirlas son ellos mismos, otros que hacen lo mismo.
Me viene a la cabeza una película de Woody Allen, Si la cosa funciona, su protagonista, Boris Yellnikoff, un hombre inteligente y desengañado de todo, dice "las enseñanzas básicas de Jesús son maravillosas, igual que la idea original de Karl Marx. ayuda al prójimo, democracia, gobierno del pueblo... Todo grandes ideas, pero tienen un fallo enorme y garrafal, que todas se basan en la falaz idea de que las personas son basicamente éticas, que si les das la oportunidad de obrar bien, lo harán, que no son unos gusanos estúpidos, egoístas, cobardes y cortos de miras. La gente hace la vida mucho peor de lo que debe ser... Siento decir que en general somos una especie fallida." No puedo estar más de acuerdo con él.

domingo, 5 de septiembre de 2010

¡En seguida estoy con usted, señor Peabody!

Hueso perro - perro hueso...
¡Existe una lógica más aplastante! Ni la Lógica de Aristóteles llegó tan lejos en sus conclusiones. No me entendais mal, Aristóteles fue un genio y como todos los genios, un visionario, pero quizá  la lógica de esas películas clásicas conecta más con nosotros, resulta más familiar, cercana e incluso más práctica, por su proximidad cronológica. También ¿más moderna? No, Aristóteles es más moderno. No, esas magníficas películas clásicas son más modernas. ¡No, usted debe de ser la hermana de don Francisco! 

En 1938, Howard Hawks, excéntrico millonario tejano, dirigió una magnífica película, La fiera de mi niña, con Cary Grant y Katherine Hepburn como protagonistas e inolvidables diálogos.
Los diálogos...¡Esos diálogos! ¡Esas películas! Cualquiera que las haya visto y vivido como yo lo he hecho, y hago, sabe lo que quiero decir. Modernidad sin 3D, ni color muchas de ellas, pero con colorido. Sólo imaginación, mucha imaginación, dinamismo, sin necesidad de tanta acción, comedias en estado puro, con sensibilidad teatral. Con personajes tan vivos, que aún hoy sobreviven en nuestros recuerdos. Con aquel magnífico y fino sentido del humor. Con impulso. Perdone, ¿qué impulso?... Ya veis a qué me refiero.
Son modernas porque están presentes en nuestra cotidianeidad, las vivimos en el día a día, no son productos de artificio, son Arte con mayúscula, y dialogan y crecen con nosotros. Por eso son clásicas. Por eso lo clásico siempre será moderno. Porque los personajes no se limitan a hablar entre ellos, sus palabras no mueren al finalizar la película, no, sino que establecen un diálogo con nosotros, que perdura más allá de la pantalla, acompañándonos ya siempre en nuestra vida, son diálogos que dialogan. Diálogos dialogantes. Pero si tú das y yo doy, ¿entonces quién recibe?.
Esas películas, esos diálogos han estado conmigo desde siempre. Los repito, en multitud de situaciones,  porque los vivo y me ayudan a comprender mejor el mundo que me rodea, como hace el verdadero Arte, y si alguien piensa que exagero, pues bueno, nadie es perfecto... 

Manifiesto de bienvenida

1 Quiero dar a conocer el Arte, con mayúsculas, que más me apasiona: pintura, fotografía, algo de arquitectura... es decir, toda aquella  manifestación artítica que en parte o en su totalidad ha tenido significación en mi vida.
2 Así mismo, manifiesto la intención de comentar y/o criticar toda la actualidad representativa para mí o mi entorno.
3 Desprecio hacia toda manifestación de pseudointelectualismo o mediocridad, sea cual sea su forma, grado o representación artística.
4 Se hará una relación de las obras literarias, leidas o por leer, que han marcado un antes y un después en mi vida, haciéndose, en los casos que sea posible, un pequeño análisis o comentario sobre las mismas.
5 También se comentarán, para fines diversos, aquellas películas, documentales y/o artículos de prensa que sean digno de mención.
6 Este blog permitirá la entrada a aquellas áreas de la vida, intelectual o de otra índole, que sean, de alguna forma, relevantes en mi vida, tales como: nutrición, enfermedades, salud, etc.
7 Y todo lo dicho anteriormente será acompañado con la música que ha marcado, hasta hoy, mi vida.

¡Bienvenidos seais, si os interesa!